De entre las tres pistas que se nos ofrecen al otro lado del río, tomaremos la intermedia, que vira hacia la izquierda ganado un poco de altura para avanzar después sin alejarse de la ribera del Aragón.
Será preciso espera hasta la estrecha gargantilla, por donde bajan las aguas del Ip, para que la pista se decida a caminar valle a dentro, cruzando bajo las vías del ferrocarril (1140 m, 15 min) y empezando a elevarse por el esbelto pinar que ocupa toda esta ladera derecha orográfica del barranco de Ip.
Poco a poco iremos perfilando más clara la dirección O. que conduce hacia la parte alta del valle.
Después de un breve llano en medio del bosque aparece una bifurcación de pistas (1370 m, 40 min). Ambas llevan rumbo acertado, si bien el ramal de la izquierda asciende de un modo más brusco que la pista de la derecha. Por ésta última es posible también acceder al camino viejo, que si bien ha sido recientemente restaurado en este tramo (1990), volverá a caer en olvido debido al exagerado número de revueltas que utiliza para ganar la pendiente. Cualquier opción es buena en este prolongado repecho que nos va alejando paulatinamente del barranco de Ip.
Los dos itinerarios citados van a morir ahora en una senda bastante bien definida que trepa muy por encima del curso de las aguas.
Se cruza un torrente con lecho de piedras sueltas (1710 m, 1 h. 30 min) y el sendero comienza a serpentear breves pastizales, junto al límite superior del arbolado, donde deberemos prestar atención para no perder la trayectoria aún claramente ascendente.
La llegada al amplio prado superior de Ip, donde ya la vegetación arbórea ha desaparecido por completo, viene marcada por un corto paso de balcón sobre los escarpes que cierran la parte baja del valle.
Es importante recordar su exacta ubicación para el regreso (pasaje clave).
Alcanzamos así el modesto refugio emplazado justo al comienzo de esta plataforma superior (1840 m, 1 h 50 min).
Desde aquí son ya visibles los edificios hidroeléctricos construidos en torno al embalse. Recorrer la amplísima pradera que hasta allí conduce, limitada a nuestra izquierda por la pista de la Moleta y abajo, a nuestra derecha, por el barranco de Ip, nos llevará más tiempo de lo que a primera vista puede parecer.
Un estrecho senderillo con algún hito que otro señalando las zonas más confusas será el mejor vehículo para acceder a la vaguada que aparece un poco antes de los edificios. Buscando el mejor paso entre toda esta zona de derrubios podremos por fin alzarnos sobre el embalse (2115 m, 2 h 40 min), que contiene las aguas del antiguo ibón.
Extraido de “Guía Montañera. Ibones y Lagos del Pirineo Aragonés”, de David Atela. Editorial Sua
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